Page 39 - Fabio Gasti (a cura di), Seneca e la letteratura greca e latina. Per i settant’anni di Giancarlo Mazzoli, Pavia, Pavia University Press, 2013
P. 39







Séneca y Cicerón: dos visiones del pasado 27

Verr. 4,62 … exponit (scil. Verres) suas copias omnes, multum argentum, non pauca
etiam pocula ex auro, quae ut mos est regius et maxime in Syria, gemmis erant
distincta clarissimis.

Tusc.1,108 maiorum mos est non humare corpora suorum, nisi a feris sint ante
laniata.

En otras ocasiones concede a mos un carácter atemporal. En todos los casos, el uso que
hace es próximo al de norma aceptada y seguida, sea por la comunidad en abstracto, un
pueblo concreto o un grupo caracterizado como tal. Dentro de estos usos cabría considerar
las adjetivaciones o genitivos referidos a profesiones: sermonis, rhetoricus, Atticus,
meretricius, belli. En todas estas ocasiones mos escapa a valoraciones morales,
simplemente nos habla de las normas que rigen cada una de las actividades a las que afecta.
A modo de cliché es abundante su uso con los posesivos personales, preferentemente los
12
de primera persona; siempre se da en ablativo, a modo de cliché: meo more, nostro more.
El carácter ajeno a norma colectiva y, casi vacío de contenido, se da, como es
lógico, en los casos en que mos se aplica a un individuo aislado o a grupos que no
13
represetan un colectivo. Es muy raro encontrar en las obras de Cicerón este uso. Pero,
cuando esto sucede, cuando Cicerón habla del mos de una persona, el vocablo mantiene
su carácter neutro; es el oyente quien a partir de la descripción del comportamiento
14
hecha por el orador decide si mos debe ser interpreado positiva o negativamente. De
ahí que las adjetivaciones positivas o negativas de mos se den siempre en estos usos:

Verr. 1.63 ut mos erat istius (scil. Verris), atque ut eum suae libidines flagitiosae
facere admonebant, statim negotium dat illis suis comitibus, nequissimis
turpissimisque hominibus.

Colectivamente (los usos individuales son muy escasos) mos indica normas de conducta
no escritas, que admiten su transformación en aplicaciones concretas (disciplina).
Solamente la adjetivación como bonus, optimus, malus, perversus, permite a mos
incorporar un matiz moral a su significado.
El carácter jurídico de mos, predicado de un colectivo formado por individuos que
se caracterizan por compartir una misma condición, es paralelo a su acepción moral
cuando se predica de los individuos en cuanto tales, y cuando esos individuos sean
vistos simplemente como seres humanos integrantes de un colectivo. Es decir, no es lo
mismo hablar de civium que de hominum. Con cives designamos al hombre que forma


11 Cfr. Verr. 5,27; fin. 2,1; off. 1,129; Tusc. 5,18, etc.
12 More en ablativo, aun sin pronombre personales, tiende a transformarse en cliché con el mismo significado
que adquiere en el caso de los posesivos.
13 Hay que exceptuar cinco casos de meo more, siempre en discursos y referido a su modo de actuar (Phil.
12,30; Planc. 56; Marcell. 1; Sull. 52; de orat. 1,107) y dos de nostro (Cael. 7; de orat. 1,133) donde parece
utilizar un cliché: ‘a mi manera’. En de orat. 1,229 dixit item causam illam … more suo, nullo apparatu, pure
et dilucide. Hay una frase hecha en Muren. 72 etsi hoc factum a Murena omnino, iudices, non est, ab eius
amicis autem more et modo factum est, tamen admonitus re ipsa recordor quantum hae conquestiones in
senatu habitae punctorum nobis, Servi, detraxerint. ‘More et modo’: «según la costumbre y procedimiento».
14
Excepciones, acompañado de otros términos que delimitan el alcance: de orat. 1,196.

   34   35   36   37   38   39   40   41   42   43   44